No tanto al dolor físico, al vacío, a las heridas... no tanto a todo eso como al frío que sientes, al sonido, a los recuerdos, a los remordimientos, a las noches en blanco, a no poder dormir.
Hay decisiones que cambian el curso de la vida o del destino. No tiene que ser para peor o para mejor, siemplemente lo cambian. Y no hay retorno posible.
Pero no estoy sola.
Ya no estoy sola. Y asi, todo es fácil.